12 de septiembre de 2007

EL PRINCIPE Y LAS MAREAS LITERARIAS.












Nick Nolte.









Hace muchos años escribí esta historia, basada en una anécdota real, en la que Nick Nolte era Nick Nolte.

Nick Nolte.

EL PRÍNCIPE Y LAS MAREAS LITERARIAS.

Me parece que fue un miércoles por la tarde. Tal vez, martes. No lo podría precisar con exactitud.

Acababa de cruzar la avenida con rumbo a los cines de Lavalle y al pasar por el Petit Café, creí descubrir a través de la vidriera que da a 9 de Julio, a Nick Nolte disfrutando Buenos Aires.

Pocos días antes había lo visto en un canal de cable en aquella película cuyo nombre ahora se escapa de mi recuerdo, en la que él actuaba como profesor con mi adorada Bárbara. Es igual para el caso. Llevaba una barba apenas crecida y sus ojos encerraban un trasmundo inofensivo.

Tuve un reflejo automático. Estimulada por mi adicción al café de las confiterías céntricas, torcí mi rumbo y entré a ese bar con paso decidido. Me senté en una de las mesitas que dan sobre la Avenida Corrientes.

Estaba acompañado por una señora bajita, de piel morena, de unos cincuenta y tantos años. Aparentaba ser una secretaria. Se la notaba excitadísima mientras hablaba por su celular en un mal inglés de academia. Nick no me quitaba la vista de encima. Yo me sonreía internamente por la exótica situación.

Nadie lo había reconocido porque los diarios no habían anunciado su llegada al país. Era un viaje de los que los artistas llaman de incógnito, como si ser desconocido fuera solamente cuestión de proponérselo usando un pasaporte falso o un traje de corte y confección barata.

Al cabo de varios minutos de extrema afectación, la mujer se levantó para ir a perfumarse todavía más. Fue en ese lapso que él llamó al mozo y le pidió que me entregara una servilleta de papel con un número de teléfono móvil.

Cuando la mujer regresó del baño yo ya había pagado mi cuenta y él esperaba curioso el momento de mi salida.

Nos cruzamos en la puerta giratoria.

Yo exclamé:

-Aren´t you Nick Nolte?

-Yeah, dijo, y sonrió.

-NOOOOOOOO. No es él. No moleste al caballero, señora- gritó la asistente con un acento porteño típico de La Paternal.

Él me guiñó un ojo asombrado, enarcó las cejas y se perdieron entre la multitud de gente.

Un par de horas después, horas que me parecieron medio siglo, marqué el número que me diera por intermedio del mozo y del otro lado del aparato relució su dulce voz invitándome a cenar en un hotel de cinco estrellas esa misma noche.

Aquí interrumpo el relato.

Si contara qué pasó entre nosotros muchos no me lo creerían, o dirían que soy una mitómana crónica, o una prostituta de ocasión o una incurable delirante o... tampoco me interesa...

Decido callar.

Es la mejor manera de que se sepa cual fue el final de la historia. 
¿No es cierto?

16 comentarios:

Vill Gates dijo...

Sea verdad o no, el relato me gustó. Te van a odiar los de la paternal. Nuncá pensé que esa gente tuviera un "acento".
Me hacés acordar al Prof. Higgins de My fair lady...

Entonces, ahora sé que Nick Nolte tiene mal gusto.
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Debió haber dejado a esa mujer para irse inmediatamente con usted.

Luci dijo...

Bueno, pero me dio el teléfono ¿no?

Vill Gates dijo...

¿Porqué dejaste ese comentario en el blog de Sacerdote?
Ahora me quedé intrigado. El video está muy bueno.
Te comenté algo ahí...

Anónimo dijo...

A mi me paso algo parecido con Shakira. Resulta que iba caminando por la calle, tarareando la banda de sonido de " El compadrito", cuando veo a la mismisima Shakira en la vereda.

!!!

De no creer ( pero vos creeme); salgo disparado en pos de ella, llego incluso a estar a un par de pasos, menos de un metro de distancia, cuando que veo?

Que camina del brazo de otro tipo.

Quien era?

Nick Nolte ( la posta, ni idea de quien es).

Me fui a mi PH en Bernal con la cabeza gacha ( por favor, no buscar dobles sentidos).


Pero la historia no termina ahi, no señor, aunque mejor la dejo asi, para que no me llamen mentiroso ( quise imitar tu recurso y me parece que le eye con el timming no?)


Abrazo de uhhhcasigolenlaquevieneempatamosseguro.

PD: porque te peleaste con tomas munzer?

Gabriela dijo...

pero, dejaste de lado la mejor parte,

cuéntanos que hiciste con el señor chascón de camisa guayavera...

Sintagma in Blue dijo...

Pues yo te creo, ¿por qué habrías de inventarte algo así?

;-)

Anónimo dijo...

Hola lucia
Comentó usted recientemente en mi blog.
No se porqué, segun he visto, tiene usted tantos enemigos, o porqué algunos bloggers acaban molestos con usted.
Esas rencillas no son asunto mio, y no voy a entrar en ellas.
Razón por la cual tampoco quiero que contaminen mi blog, con insinuaciones a otros bloggers, notas anonimas, etc.
Lamentandolo mucho, su comentario ha sido suprimido y los siguientes tambien lo serán.
Entienda que no es un asunto personal. No tengo nada en contra de usted, pero si está en guerra, comandante, yo hace tiempo que me declaré pacifista.
Un saludo y animo en sus luchas, aunque yo me quede fuera.

Carmen dijo...

Primero vi la película "El príncipe de las mareas" y luego leí el libro, que es justo lo contrario de lo que suelo hacer. En ambos soportes me encantó la historia. Nick ahora se ve muy estropeado, pero en fin hay gustos para todo. Creo que a mí algo tan increible como lo que tú relatas está a punto de pasarme.

sb dijo...

hey el viejo Nick es una de esas personas con las que parece que se puede charlas largo y tendido.. No es mala elección para un encuentro real o inventado (eso es lo de menos)

ÓL dijo...

Nick Notl es uno de los grandes.
Hablo de la actuación.

*La Casalinga* dijo...

Me estás jodiendo!
Lo soñaste?
Sucedió de verdá verdá?
Naaaah!
Sos una ídola, Lu!

(Este relato me hace acordar a un capítulo de Los Simuladores, en que la dueña de una librería, cree conocer a Paul McCartney)

Lu, puedo rendirte pleitesía?
Te admiro.

Paços de Audiência dijo...

Hay gente pa tó.

Luci dijo...

(Este relato me hace acordar a un capítulo de Los Simuladores, en que la dueña de una librería, cree conocer a Paul McCartney)

Este relato, salvo algunas correcciones de estilo tiene ya varios años (2003 aproximadamente).

El capítulo de Los simuladores, sin duda fue "inspirado" por la musa full time gratuita que tenían los poderosos mediadores del inconsciente colectivo, llamado también "ingenuidad social".


Hoy por hoy, el final del capítulo habría sido otro. La mujer paseando por Londres se cruza al verdadero Paul McCartney, vive una historia secreta con él (que se separa de Heather por su culpa) y nadie se entera de nada.

*La Casalinga* dijo...

Lu. y cómo entraría Renée Zellweger en la historia?

Igual, aunque tu historia no sea actual, permitime un chapeux en tu honor.

Luci dijo...

La ranita Reneé es una zorra.

Anónimo dijo...

Hola Lu, no va a comentar en mi post?? Hice un ranking a lo Podeti, hay muchos comentarios suyos seleccionados, ésa era la sorpresa (pts, sí, gran cosa no?). Bueno, ahí se da cuenta por qué antes era mi tía...

La vi en su otro blog, muy lindos sus hijos, me mataron los libros viejos con las hojas amarillentas, jaja, muy de filósofo o intelectual.