3 de septiembre de 2007

LA AUXILIAR DE ENFERMERÍA



MANO A MANO- PROYECTO HIV.








“Si lo dejáramos todo en paz y renunciáramos a arreglarlo, ¿qué podría suceder? ¡Nada! Sencillamente nada.”
Fedor Dostoievski – El doble.



“Yo soy un haragán de formación católica.”
Juan José Millás. Contables y poetas.


LA AUXILIAR DE ENFERMERÍA.

Enjuta y pedernal, hasta medrosa,
camina por la pieza y los pasillos,
solícita se lleva alguna chata
que no le corresponde,
(la compañera estaba de licencia).
Hay un silencio antártico en la sala,
lo ve y se persigna; sigue el viaje.
El suero se le acaba a cama cinco.
No llegará el doctor hasta mañana.
¿Dónde están los pañales de repuesto?
El paciente ha vuelto a hacerse encima.
Le pide a la familia retirarse,
evita que se sienta
el olor a la caca del enfermo;
y después de lavarlo
lo consuela.
Un médico de abortos clandestinos
que fue de vacaciones al Caribe
ayer quiso acometerla.
Es joven, es bonita, tiene sueños,
un mapa de progreso la perturba
y amojona inyecciones como estacas,
tratando de encontrar imbricaciones,
remoliendo las briznas en morteros
con pereza o hastío;
nomenclaturas de predestinados cadáveres
y pestes en fórmulas ignotas
despejan la carretera.
En propinas, los fardos de monedas
no alcanzan a entramar
sus títulos jerárquicos.
Detener la hemorragia es el anverso,
la premura es lavar vómitos cáusticos,
mitigar los insomnios con cuidado.
La auxiliar trapichea con el asco,
despatarra los miedos a la muerte,
bambolea la vida que contiene,
sin glamour, con sus modos,
sencillamente,
inocua por contraste.
La auxiliar es mejor que una poesía.
Es la obra del arte del alivio.





Signos.

9 comentarios:

Soy yo dijo...

Muy bueno Lu, como siempre y con un tema para nada sencillo.
Besos,

Fabricio dijo...

EXCELENTE blog! Lastima que sea muy elevado para mi :(
Un beso.

Makiavelo dijo...

Hola Folino, perdona el retraso, hoy me pongo al día contigo, que ya era hora.

Me quedé en el parricidio, y veo que no paras, que tienes cuerda para rato (es como para echarte un galgo).

El poema me trae muchos recuerdos, conocí a muchas enfermeras en una época difícil, y ciertamente son un alivio.

Como siempre terminas el poema con una hermosa frase.

Un saludo.

Luci dijo...

mi estimado maki:
Mi poema no termina en una frase sino en un verso endecasílabo.


Por decirlo, nomás.

Gracias por tus apreciaciones.


Lau: sos una amiga. ¿Debo considerar que está muy bueno el poema? Sentite libre de hacer la crítica que gustes. No quedará en saco roto. Tampoco significa que cambie el estilo. Es una interacción que nos beneficia a todos.
Lu.

Anónimo dijo...

No sabes hacer otra cosa que robar los desnuditos de el blog de Antilogicas de Clarin? Sos re trucha

Demeter

Luci dijo...

Mi estimada Demeter:

Los dibujos de Antilógicas son obras de arte de pintores consagrados y de una extremada popularidad, a las que respondo cordialmente con poemas.

No sé qué tiene de extraño. Sobre todo porque jamás lo he negado.
Respondo al pedido de comentarios de Marcelo.

Si eso le molestara me lo diría. ¿no te parece?

Andrés dijo...

por qué leo esto y pienso en manos que acarician, consuelan, secan lágrimas?

por qué leo esto y se me desnuda la ternura?

Eh?


Por qué?

Luci dijo...

Porque sos un tierno escondido detrás de una màscara de un luzbel guerrero.


Esa mañana recibí un correo que decía:

El poema de la auxiliar me gusta... pero (Dios sabe que no la haría si no tuviera confianza) yo habría cambiado estos versos:

y pestes en fórmulas ignotas
despejan la carretera.


por

y manos con sucedáneos de lucha
aumentan la sístole desnuda

(por ejemplo)





Muy buen verso, sí.





A mí no me gusta mucho hablar del sístole y el diástole porque me parece un recurso bastante trillado en la poesía.
La peste es que no sabemos las consecuencias que podrían traer los nuevo medicamentos.
Sobre los sucedáneos hablé en un comentario, hace pocos días.

Nestor Malaga dijo...

Este es un poema genial

A proposito

¿Cómo se hace para ganar un Premio Consuelo?